Por: Vanessa Guzmán
En comparación a lo que fue en años anteriores, el guateque de esta edición del Miss Venezuela estuvo sencillito; esta vez el coctel de celebración se realizó en las inmediaciones de Venevisión y no en un local nocturno como de costumbre. Los invitados al magno evento de la belleza estuvieron dándole al codo desde tempranas horas, a pesar de que el bonche como tal comenzó oficialmente cuando coronaron como reina a la morena Keysi Sayago.
Todos esperaban que las cinco finalistas estuvieran en la fiesta de primeritas, sin embargo, estas fueron casi las últimas en decir presente; las dejaron como estatuas en un solo lugar, medio las pasearon y no permitieron que cualquiera se les acercara. Otra que también dijo “aquí estoy yo” fue Sucre, que a pesar de no quedar en el cuadro final, no le paró y con la misma se dispuso a celebrar, a diferencia del resto que se quedaron pasando el despecho en el estudio.
Aunque este año ningún cantante presento show, la música estaba bien buena, al punto de que la Edymar Martínez dejó las tapitas de los tacones pegados al suelo de tanto que se meneaba.
La beldad criolla, Mariam Habach, no dejó ni a sol ni sombra a su pechugo, a quien por cierto le dejó el hombro mojado de tanto que lloraba por soltar la corona.
Por su parte, al Zar de la belleza, Osmel Sousa, como que le dijeron lo mismo que a San Blas “ya comiste ya te vas”, porque así como llegó, con la misma agarró sus cachachás y se fue.
