Yeimmy Rodríguez vivió una difícil situación antes de llegar a la fama

La influencer Yeimmy Rodríguez habló de los primeros empleos que tuvo durante su adolescencia, y recordó los momentos más difíciles que enfrentó antes de convertirse en una conocida modelo y creadora de contenido.

En medio de una entrevista que concedió para el pódcast Desde cero by Juancito, la venezolana contó que su primer trabajo fue como vendedora de ropa femenina en una tienda ubicada en el mercado del Cementerio, en Caracas.

“Se me presentó esa oportunidad porque una compañera de clase también trabajaba ahí porque el tío era dueño del local y me dijeron ‘mira Yeimmy para los fines de semana tenemos un cupo’ y básicamente trabajaba, cobraba y me compraba dos blusitas en el Cementerio”, relató.

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Aunque Yeimmy Rodríguez afirmó que comenzó a laborar en ese lugar desde muy joven para acostumbrase a trabajar, confesó que cuando cobraba su sueldo se compraba ropa en otras tiendas más económicas porque no le alcanzaba.

“Yo decía ‘Dios mío, me quiero comprar todo lo que se están comprando, no puede ser’ y yo rezando que llegara el fin de semana para cobrar y agarrar la camisita, pero no de ahí porque no me alcanzaba para comprarla ahí, ese era el sector VIP, yo me tenía que ir al más barato”, agregó.

¿Cómo hacía para trasladarse?

Durante la conversación, la creadora de contenido comentó que fue una época de mucho aprendizaje, pero también complicada, debido a que le constaba trasladarse desde su casa en La Guaira hasta Caracas para trabajar y estudiar en la universidad.

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“Agarraba un bus hasta el centro de Caracas, El Silencio, y cuando llegaba a La Guaira otro autobusito hasta la casa, dos horas o tres horas depende si había tráfico o si no conseguía autobús, no podía esperar los “piratas” porque cobraban más”, dijo Yeimmy Rodríguez.

Asimismo, señaló que “iba de lunes a viernes a la universidad, de La Guaira a la Santa María, de lunes a viernes trabajaba en un kiosko y los fines de semana en una farmacia de madrugada. Los domingos salía a las 4:30 de la mañana, llegaba a mi casa, me cambiaba y me iba a la universidad. No dormía”.

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