El coronavirus sigue haciendo estragos en el mundo, ha acabado como la vida de miles de personas en diferentes países del globo terráqueo, y también ha afectado la economía de varias naciones, provocando en algunos casos, el cierre de empresas.
Esta vez el lugar de trabajo que se vio perjudicado por la actual crisis sanitaria, es un burdel de Europa que quedó en la quiebra. El prostíbulo conocido como el Pascha, ubicado en la ciudad alemana de Colonia, cerró sus puertas al declararse en bancarrota tras cinco meses sin actividad.
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El gerente de dicho recinto, Armin Lobscheid declaró ante un portal: “En cierta manera es inimaginable lo que sucedió. Pero he tenido que presentar el martes ante el Tribunal Administrativo la solicitud de suspensión de pagos. Estamos acabados”.
El lugar donde se practica la prostitución, laboran 120 trabajadoras sexuales; y se quedó sin capital para cumplir con los gastos que debe pagar entre arriendo; consumos básicos (luz y agua), cocineros, estilistas, masajistas, electricistas, personal de seguridad y otros que le exija el local.
Según Lobscheid, el burdel pudo evitar la quiebra si los bancos le hubiesen prestado ayuda: “Quizás podríamos haber evitado la insolvencia con ayuda de los bancos si nos hubieran confirmado que a principios del año que viene, podríamos retomar la actividad”.
Además, el gerente aseguró que la practica sexual sigue activa: “todos en el sector saben que el negocio del sexo sigue activo, pero de una manera que nadie realmente celebrará; es decir, en el anonimato y sin contribuir a Hacienda”
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