Una innegable tradición en los hogares venezolanos es comer en temporada navideña el delicioso pan de jamón. Una masa suave con toques dulces rellena de jamón planchado, pasas, aceitunas, tocineta y en algunos casos hasta se le coloca queso crema.
Sin duda un delicioso plato que no puede faltar en muchos hogares venezolanos desde su creación en el año 1905 por el cocinero Gustavo Ramella, quien era propietario de una panadería ubicada en las esquinas de Marcos Parra y Solís de la ciudad de Caracas, esto según el columnista venezolano Miro Popíc.
Sin embargo, también se sabe que existe otra versión sobre la creación de esta exquisitez venezolana, la misma se remonta al año 1980 y asegura que el pan de jamón fue inventado por el catalán Francisco Banchs, en la panadería “Solís” de F. Banchs & C.A.
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Popić señala que, según las entrevistas directas que le hizo a los Ramella, la versión correcta es la primera. El hecho de que haya sido inventado en una panadería le otorga una peculiaridad, la cual señala que fue una receta industrial pensada para el público, esto lo diferencia de la mayoría de las recetas venezolanas que han nacido en el calor del hogar y que responden a recetas familiares.
El pan de jamón no tiene solo una versión, pues la venezolaneidad lo ha llevado a convertirse en tan solo una adaptación de varias que deleitan el paladar criollo. Algunos de los más famosos son el pan de jamón de hojaldre, el pan de jamón con queso crema y hasta uno vegetariano con champiñones y acelgas.
En Caracas este típico pan puede encontrarse en casi todas las panaderías de la capital, en un precio comprendido entre los seis y doce dólares, dependiendo del tamaña y lugar en el que se adquiera.
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