En Inglaterra, específicamente en el local Star Inn en St Just, instalaron una valla eléctrica en el bar como pedida de aislamiento social para prevenir el contagio del coronavirus.
Quizás esta idea resulte peligrosa y extrema pero sin duda es una estrategia de prevención que obliga los clientes acatar las normas de seguridad para colaborar con el distanciamiento físico.
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El plan se le ocurrió al propietario del establecimiento y aseguró que: “si hubiera puesto un poco de cuerdas nada más, no creo que nadie hubiera prestado tanta atención como una valla eléctrica”.
Cabe destacar, que fue el 4 de julio que se permitió reabrir los bares y pubs en el país europeo, por supuesto cumpliendo con las preventivas para minimizar el contacto físico con los trabajadores y la clientela. Asimismo, reducir el tiempo de las personas en el bar.
Sin embargo, es necesario aclarar que la valla no está encendida, aun así la señal causa pánico, este el objetivo del empresario que ordenó colocarla: “la gente es como las ovejas. Las ovejas se mantienen alejadas, la gente se mantiene alejada”, señaló el ocurrente dueño.
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