Para muchos, ocultar sus verdaderos gustos sexuales no significa nada, incluso llegan a casarse con personas del sexo opuesto y formar hasta una familia, pero aguas adentro, otros gustos y deseos son los que imperan.
Distinto a ello, hay quienes viven una verdadera tormenta por vivir escondidos en el armario, y no es hasta que declaran sus preferencias cuando sueltan lo que se convierte, en una cruz a cuestas, tal como lo hizo saber el cantante Manny Manuel.
Fue así, como en una reciente entrevista, el salsero puertorriqueño habló de la turbulenta vida que llevó dentro de su corazón, hasta los 35 años, cuando decidió abrir públicamente el tema su homosexualidad, pues muchos años antes, ya lo había hecho con su madre.
“A los 16 Me fui en brote llorando a donde ella, y le dije, ‘Mamá, esto está pasando’, y ella me levantó por los hombros y me dijo, ‘Tú eres mi hijo, no me importa ni te debe importar nada ni nadie, ni tu papá ni tu escuela, tú eres mi hijo, eso es lo más que me importa'», cuenta al diario de su país, Primera hora.
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Detalla que esas palabras bastaron para soltar las cadenas que lo oprimían, sin embargo las burlas y los malos ratos se agudizaban en la escuela y también en el mundo artístico, pues nunca faltó quien lo detractara por esto y sus ademanes.
«Vivía encadenado, con un tape en la boca, porque en cierta manera mi papá me hizo entender -porque fue la primera persona de quien vi ese rechazo- que yo estaba mal. En la escuela, desde intermedia, la high school, seguía sintiendo que algo diferente había en mí que a la gente no le gustaba”, continuó.
Para Manny, fueron muchos años de presión, con mucha tristeza dentro, considera que aún le puede «afectar», pero no de la misma manera que antes. «Llevé demasiados años encadenado, preso, castigado por la opinión pública, y por la sociedad, porque si tengo un manerismo o mi manera de hablar, entonces hacen un chiste, y uno se da cuenta».
Relata que después de adulto, su temor al enfrentar esta verdad, era llegar a perder su trabajo y ser rechazado en el gremio. «Vivía con esa historia, una historia que no contaba y que en cierta manera sabía que mucha gente podía ver; tenía mucho miedo a decirlo y que mi carrera se fuera al borde del abismo».
Además, informó que sigue con su tratamiento contra el alcoholismo, «No es una adicción, va más allá… No puedo decir qué es lo que me lleva al consumo de alcohol, pero quiero ver si esto tiene que ver».
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