La actriz venezolana de cine y televisión Marisa Román es una de las artistas criollas que dejó su país para buscar nuevas oportunidades de trabajo en otros países, sin embargo, todo parece indicar que su pasión por la actuación quedó en último plano.
Marisa Román cree en el arte como herramienta para la liberación y la transformación colectiva, cree también en la colaboración para ejecutar procesos creativos y en cómo lo esencial robustece la vida. Su destacada trayectoria en los medios de comunicación en Venezuela, hace que muchos de sus compatriotas la recuerden con añoranza.
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Para esta intérprete de la actuación, nacida en Caracas, es importante generar espacios donde las voces sean escuchadas. Actualmente reside en Buenos Aires, Argentina, desde el año 2016, como dato curioso de la protagonista de novelas, una de sus pasiones es andar en transporte público, asegura que el contacto con la gente la llena de vida, así como también, observar a las personas mientras lee y escucha buena música.
Desde su retiro de la pantalla chica venezolana y de su pronta migración a tierras extrajeras, Marisa Román dejó entrever que se dio cuenta de cómo funciona el país que dejó, además de extrañar su cultura e idiosincracia.
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Por otro lado, Marisa pese a que apartó su carrera profesional como actriz, se mantiene activa a través de su cuenta personal en la red social de Instagram y a su vez genera ingresos desde la plataforma digital, en ella muestra rituales de meditación, algo que combina perfectamente con la vida que actualmente lleva fuera de la farándula; vida tranquila y en paz consigo misma.
Cabe destacar que Román saltó a la fama por sus destacadas participaciones en telenovelas como: Cosita Rica, El amor las vuelve loca, Ciudad Bendita, entre muchas otras en la cual cautivó a los televidentes.
