El actor y modelo venezolano, Cristóbal Lander, lo soltó todo y no dejó para nadie; durante su participación participó en el cuarto episodio del podcast ‘Deja El Show Que No Hay Tarima’.
Lander habló de cómo hace para mantenerse económicamente, y responderle a su familia, desde que se encuentra fuera de las pantallas de televisión.
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El también comerciante, aclaró: “Yo tengo comercios. Tengo blindadoras de carros, ventas de carros”.
Entre risas su interlocutor, le bromeó con este dicho popular “a usted no se le muere el muchacho en la barriga, hermano”.
A lo que él respondió, también entre risas, “no, no”, y añadió “es que, claro, yo siempre dije ‘esta es una carrera muy bonita’, pero me fijaba en los actores que ya han hecho trayectoria”.
Dijo que la actuación, a su juicio, es una carrera “muy inestable”: “los veía donde estaban y decía ‘esta carrera es muy bonita, pero es muy inestable’”.
A lo que le siguió la explicación “en el sentido que, estoy ocho meses en Colombia. Cinco meses en Venezuela, seis meses en Miami. Un año en México, o sea, esa inestabilidad a mí no me (…)”.
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Recordó que cuando tuvo esa reflexión “venía de protagonizar en México, a mí me ofrecieron una exclusividad y la rechacé porque justamente en esa época me estaba divorciando”.
Cristóbal Lander, explicó que en ese momento comparó lo que pasada en su vida con una turbulencia aérea “tenía que controlar el avión. Entonces, en ese control de avión, que me quedé aquí en Venezuela, monté a la pasajera Paula Bevilacqua y el avión se quedó aquí”.
Sin embargo, aseveró que no se queja de su decisión “no me quejo, tengo dos hijos hermosos, un hogar maravilloso, que eso para mí es innegociable”.
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