El nombre de pila del actor es, Javier Ángel Encinas Bardem y si personaje más emblemático al que ha dado vida en el cine fue, el psicópata Anton Chigurth en la película No es país para viejos.
Aunque parezca mentira al actor no le gusta ver sus propias películas. De hecho ha declarado que el único papel que vio fue uno realizado a los cuatro años de edad para una serie de televisión llamada El pícaro. Desde entonces disfruta más actuando que viéndose.
Te interesa también: ¡Reloco! Consiguen recrear la voz de Duki con IA
Como todo el mundo que busca alcanzar una meta, el actor también se comió las verdes y las maduras para llegar a la meca del cine. De hecho ha asegurado que previo al éxito y la fama tuvo que rebuscarse la papa trabajando como stripper. Una solo vez, eso sí, y con una presentación efímera que solo duró 10 minutos. Lo más insólito es que su madre lo miraba desde el público.
Ciego de admiración por el actor Al Pacino, llegó a decir que no creía en Dios sino en Al Pacino, al punto de asegurar que para él era su héroe. En este sentido llegó a asegurar que uno de los momentos más felices de su vida fue cuando el actor de marras lo llamó para felicitarle a las tres de la mañana por su actuación en Antes que anochezca.
Te interesa también: Importante marca ropa y Netflix se unieron para conquistar el mercado del entretenimiento
Tras su papel en la cinta Antes de que anochezca, obtuvo su primera nominación al Oscar, pero ganaría la estatuilla dorada, ocho años más tarde, dando vida al asesino a sueldo Anton Chigurh en No es país para viejos, papel que le reconoció además con un BAFTA, un Critics’ Choice Award, un Globo de Oro y un SAG.
Cabe mencionar, que por culpa es de la película Tiburón solo nada cerca de la orilla. También le tiene miedo a los carros, al punto de no manejar, porque su mayor temor es morir en un accidente de tráfico.
