Algunos de los inventos que han facilitado nuestra vida y que hoy son imprescindibles en el día a día, como el libro electrónico, el limpiaparabrisas o el Wi-fi, fueron creados por mujeres.
Considerada como una de las actrices más bellas de Hollywood, Hedy Lamarr, nacida en Austria, fue además una inventora. No tuvo nunca una educación formal como ingeniera y desde muy joven decidió que su carrera principal sería el cine.
A los 18 años tuvo su primer protagónico en la película checa Ecstasy, film de contenido erótico. Su primer matrimonio la alejó de las pantallas y por el exceso de control que ejercía en su vida mas la amistad de su esposo con Hitler y Mussolini, decidió abandonarlo.
En Estados Unidos, su primera producción fue Aliers, un gran éxito que convirtió a Lamarr en una de las estrellas más demandadas de Hollywood.
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Con el estallido de la segunda guerra mundial, se avivó su interés por la ingeniería. El trabajo más importante de Hedy fe un sistema de transmisión de radio con saltos de frecuencia, diseñado para evitar que la señal de control de los torpedos pudiera ser interferida.
Patentando su mecanismo en 1942, se lo cedió a la armada estadounidense con la esperanza de que se usase para torpedos que lo alemanes no fuera capaz de detener. Sin embargo, el invento era muy robusto para ser práctico. El descubrimiento de los transistores a finales de la década de los 40 cambió las cosas y el dispositivo fue actualizado a un tamaño compacto y se usó en la crisis de los misiles en Cuba de 1962.
La Electronic Frontier Foundation quiso reconocer a la actriz en 1997, quien rechazó asistir a la entrega del premio, prefirió enviar una grabación de agradecimiento. Falleció el 19 de enero de 2000.
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