Un avión que contenía varios caninos en jaulas, aterrizó el pasado viernes en un aeropuerto de Nueva York, Estados Unidos, luego de recatarlos de China, en donde serían sacrificados por el comercio de carne.
La operación de rescate la realizó una organización de perros sin fines de lucro, llamada No Dogs Left Behind, y pudo salvar a 34 animales, quienes al llegar a suelo norteamericano pudieron alimentarse, antes de que sus nuevos dueños se los llevaran a casa.
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Por su parte, Carly Weinstein, una de las personas que adoptó a un cachorro, dijo emocionada al New York Post: “Me siento increíble, no puedo esperar a volver a casa”, posteriormente, se alejó del lugar con su animal, a quien decidió nombrarla Lola.
Auxence Goullie, otro dueño con tan solo 11 años, dijo al mismo medio que pensaba amar a la mascota que adopto con “todo su corazón”.
Mientras que el dirigente de la organización, Jeff Bari comentó emocionado: “¡Treinta y cuatro supervivientes han caído de la brutalidad del tráfico ilegal de perros de China!”.
Es importante mencionar, que el rescate de los 34 caninos no fue la única operación de liberación los “peluditos”, pues en un segundo vuelo había otros 45 perros, que aterrizaron un día después del primer viaje. Y es que No Dogs Left Behind opera desde Beijing, lugar en donde normalmente se hace someten estos animales al comercio de carne.
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