El 25 de junio de 2009, hace 10 años, TMZ conmocionó al mundo al anunciar la muerte de Michael Jackson, el Rey del Pop. Tenía 50 años.

Aunque muchos se negaron a creerlo en aquel momento, la información fue confirmada unas horas después, generando confusión y desolación entre sus fans y detractores (jacksinites o antijacksonites).

El impacto mediático en la cultura popular fue inmediato, con el mundo entero preguntándose por qué murió, por qué él y cómo fue. La reconstrucción de esas últimas horas ha sido obsesiva desde entonces.

Posteriormente se supo que su médico personal, Conrad Murray, le había inyectado un fuerte anestésico (propofol), a petición del mismo Jackson, quien tenía problemas para dormir. Cuando volvió al cabo de un rato lo encontró en parada cardiaca. No conseguirían que recuperara la conciencia.

Aunque su legado musical es incuestionable, las polémicas sobre su vida personal, especialmente en el aspecto sexual, están lejos de apaciguarse y mantienen al artista entre luces y sombras.

Los siguen persiguiendo las acusaciones de pedofilia

El estreno, en febrero pasado, del documental Leaving Neverland volvió a poner en la palestra las acusaciones de pedofilia contra el cantante, con testimonios que han sido un duro golpe para los que defienden (o defendían) su inocencia.

Coincidiendo con este aniversario, además, se publicó el reportaje Killing Michael Jackson, en el que se recopila el testimonio y las imágenes que recabaron los detectives que entraron en la habitación del cantante el día en que murió.

Los detectives coincidieron en que era todo un caos, lleno de medicamentos, un tablón de anuncios con fotos de niños, ropa y notas extrañas: “Había post-it pegados en espejos y puertas con pequeñas  frases. No sé si eran pensamientos porque algunos de ellos parecían poemas. El dormitorio era…un desastre”.

«Lo que más me impresionó fue su cabeza, porque en público siempre usaba peluca. En la realidad apenas había un poco de cabello a los lados y la parte de arriba mostraba cicatrices de quemaduras», comentó en el audiovisual el detective Scott Smith del Departamento de Policía de Los Ángeles.

En medio de todo esto, están los hijos del artista: Prince, Paris y Prince Michael II, conocido como Blanket, quienes han tenido no solo que sobreponerse a la muerte de su padre, sino a las constantes controversias que rodean su figura.

Prince, de 22 años, se ha mantenido fuera del foco mediático y apenas se supo recientemente logro una licenciatura en Administración de Empresas.

Paris y Prince Jackson

Prince Michael II, por su parte, ha sido un misterio para los medios desde la muerte de su padre, y apenas se le vio durante la graduación de su hermano mayor.

Paris, por otro lado, es la que más expuesta ha estado ante los medios. La joven de 20 años intenta labrarse una carrera como actriz, por lo que sus pasos son constantemente seguidos. A eso se le unen varios intentos de suicidios y varias entradas y salidas de rehabilitación.

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