Nicholas Winton fue un británico que en 1938, apenas unos meses antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, realizó una hazaña que muchos han comparado con la de Oskar Schindler en la Segunda Guerra Mundial: salvó la vida de 669 niños judíos checoslovacos, llevándolos fuera del país y a salvo del Holocausto.
Winton no tenía experiencia previa en rescate, pero vio que los niños necesitaban ayuda y se comprometió a hacer todo lo posible para sacarlos de Checoslovaquia. Trabajó intensamente para organizar los visados, los transportes y los pasaportes necesarios para los niños, y en muchos casos utilizó sus propios fondos para garantizar su seguridad.
Desde que comenzó su trabajo, Nicholas logró salvar a la mayoría de los niños que había identificado. En algunos casos, las familias completas fueron reubicadas, mientras que en otros, fueron los niños que se separaron de sus padres. Pero en todos los casos, Winton estaba comprometido con su objetivo de salvar tantas vidas como fuera posible y de hacer todo lo posible para garantizar su futuro.
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Después de la guerra, el Sir. continuó trabajando en proyectos humanitarios. Por ejemplo, estableció y financió una organización caritativa británica que siguió promoviendo una amplia gama de causas humanitarias, entre ellas el ayuda a niños afectados por el VIH, la promoción de los derechos humanos en Venezuela y el apoyo a personas con discapacidad en la región.
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En el año 2003, un documental de la BBC del Reino Unido reveló por primera vez la historia de Winton y sus acciones en Checoslovaquia. Poco después, fue homenajeado por el gobierno checo y por la fallecida reina Isabel II de Inglaterra, y se le nombró caballero por su servicio a la humanidad. Aunque pasaron muchos años antes de que se conociera realmente la historia de Winton, su valentía y su voluntad de ayudar a los demás siguen inspirando a muchos a luchar por una causa justa y a trabajar para cambiar el mundo.
