El domingo 7 de mayo, ocho personas mueren y diez resultaron heridos en Texas, luego de que un desconocido los atropellara, el conductor del vehículo venia a una velocidad muy alta, la mayoría de los fallecidos eran migrantes venezolanos.
El hecho se registró a las 8:30 de la mañana hora de Texas, y los migrantes estaban en una parada de bus no señalizada que está frente al refugio Centro Obispo Enrique San Pedro Ozanam.
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«Es verdaderamente lamentable que haya sucedido esta tragedia, con toda la atención que hay puesta sobre los migrantes, esto atraerá el foco de quienes los atacan, los migrantes no merecen enfrentar esta trágica realidad», expresó Norma Pimentel, directora ejecutiva de Catholic Charities en el Valle del Rio grande.
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Hasta el momento, se sabe que el conductor se llama George Álvarez, es un mexicano que ha pasado años en prisión con un largo historial criminal, el hombre no ha cooperado con las autoridades, para concluir si fue o no un acto intencional.
«Lo que vemos en el vídeo es que un Range Rover pasó el semáforo que estaba a unos cien pies de distancia (30 metros) y golpeó a las personas que estaban sentadas en la parada de autobús», indicó Víctor Maldonado responsable de Centro Obispo Enrique San Pedro Ozanam.
Algunos testigos que se encontraban en el lugar, comentaron que el conductor insultó a los migrantes, acusándolos de invadir Estados Unidos, por lo que se esta analizando si el hombre estaba alcoholizado o fue un accidente intencionado.
