Martin Scorsese, el legendario director estadounidense, confiesa que se plantea su retiro del cine.

En una entrevista concedida al diario británico The Guardian, el estadounidenses manifestó que el mercado es cada vez está más complejo y no tiene claras sus opciones de futuro.

«No sé cuántas más podré hacer, quizá ésta sea la última película que haga», declaró el estadounidense, cuyo film más reciente, The Irishman (El irlandés), es uno de los que más suena con miras a las nominaciones al Oscar 2020.

Scorsese señaló que «los cines están dominados por películas de superhéroes», siguiendo en la línea crítica de sus últimas declaraciones en torno a Marvel y el estado de la industria cinematográfica.

«Me parece bien si quieres ver estas películas. Mi problema es que no hay espacio para otro tipo de obras», dijo.

«Por lo tanto, la idea era, al menos, conseguir hacerla y puede que algún día la proyecten en el National Film Theatre de Londres o la Cinemateca de París. No estoy de broma», explicó refiriéndose al panorama actual y a su más reciente proyecto.

«En salas con 12 pantallas, 11 están ocupadas por películas con superhéroes. Está bien si te gustan los superhéroes, pero, ¿de verdad necesitas 11 salas? Es imposible para películas como Lady Bird, que no necesita ser muy comercial, pero es modesta y genuina, encontrar público. Qué una película sea comercial no significa que no pueda ser arte», insistió.

Las dificultades que afrontó, sumadas a la compleja situación de la industria, hacen que Martin Scorsese considera jubilarse. Algo lógico teniendo que cuenta que su última película, que empezó su camino en los estudios Paramount, fue rechazada cuando el presupuesto superó los 110 millones dólares.

Eso sí, el realizador ya prepara Killers of the Flower Moon, proyecto que tiene previsto comenzar su rodaje en marzo de 2020.

Esta nueva cinta contará con dos de sus actores fetiche: Leonardo DiCaprio y Robert De Niro, y estará basada en el libro homónimo de David Grann.

El filme narrará una serie de asesinatos investigados por el FBI que fueron perpetrados a principios de los años 20 en Osage, Oklahoma.

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