Con una alfombra roja repleta de estrellas, de Gael García Bernal a Jake Gyllenhaal, pasando por Isabelle Huppert y Rossy de Palma, el Festival de Cannes celebró el pasado martes su gala del 75º aniversario.
«¡Cannes representa el reino del cine, la religión del cine, la única cosa en la que creo!», declaró el cineasta israelí Nadav Lapid, premio del Jurado el año pasado por «Ahed’s knee», en la alfombra roja.
Entre todas las celebridades, figuraban artistas para quien el festival ha supuesto un paso decisivo en su carrera, como los directores Nicolas Winding Refn (premio a la mejor dirección por Drive en 2011) o Paolo Sorrentino (premio del Jurado po Il Divo en 2008).
Para el veterano director francés Claude Lelouch, «Cannes representa una vida de cine, nací por segunda vez aquí en 1966 (tras recibir la Palma de Oro por «Un hombre y una mujer»), me encanta este festival, le debo todo».
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Varios realizadores latinoamericanos, como el mexicano Guillermo del Toro o el brasileño Kleber Mendonça, también estuvieron en la gala. Y por supuesto, los equipos de varias películas en competición, como David Cronenberg, Léa Seydoux y Kristen Stewart, de Crimes of the future.
Los miembros del jurado no faltaron a la cita, encabezados por el presidente Vincent Lindon y las actrices Noomi Rapace y Deepika Padukone.
Para cerrar la gala, se proyectará la nueva película de Louis Garrel, fuera de competición, L’Innocent, una comedia de enredos de familia.
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