Kylie Jenner ha salido al paso de las críticas que ha recibido por su supuesta obsesión con las muñecas Bratz, que han sido acusadas de promover un estereotipo de belleza irreal y racista. La empresaria y estrella de reality show ha compartido en sus redes sociales una serie de fotos y videos en los que muestra su impresionante colección de estas muñecas, que tienen los ojos grandes, los labios gruesos y el pelo largo y colorido.
Jenner ha explicado que las muñecas Bratz forman parte de su infancia y que le encantan por su diversidad y personalidad. “Las muñecas Bratz son un icono de la cultura pop y representan a mujeres de diferentes razas, etnias, estilos y profesiones. No entiendo por qué la gente las critica por su aspecto, cuando lo que importa es lo que hay dentro”, ha escrito Jenner en su cuenta de Instagram.
La joven de 25 años ha defendido que las muñecas Bratz no tienen nada que ver con el color de piel, sino con la actitud y la confianza. “Las muñecas Bratz me inspiran a ser yo misma, a expresarme libremente y a seguir mis sueños. No me siento identificada con ningún color de piel en particular, sino con el espíritu que tienen estas muñecas”, ha añadido Jenner.
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La polémica por el color de piel de las muñecas Bratz surgió hace unos meses, cuando una usuaria de TikTok denunció que estas muñecas tenían rasgos exagerados y poco naturales, que podían influir negativamente en la autoestima de las niñas. La usuaria mostró cómo las muñecas Bratz tenían un tono de piel más claro que el de las modelos reales en las que se basaban, lo que consideró una forma de blanqueamiento y apropiación cultural.
Jenner ha asegurado que no se ha operado para parecerse a una muñeca Bratz, sino para sentirse mejor consigo misma. “No tengo nada en contra de las cirugías plásticas, pero no es algo que haya hecho por imitar a nadie. Es una decisión personal que tomé para mejorar mi autoestima y mi salud mental. No creo que haya nada malo en querer verse bien y sentirse bien”, ha manifestado Kylie Jenner.
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La empresaria ha pedido respeto y tolerancia hacia las muñecas y hacia ella misma, y ha invitado a sus seguidores a celebrar la diversidad y la belleza en todas sus formas. “Las muñecas Bratz son un símbolo de empoderamiento femenino y de inclusión. No hay que juzgarlas por su color de piel, sino por lo que transmiten. Lo mismo vale para mí y para cualquier persona. Todos somos hermosos y únicos”, concluyó.
