Que la tecnología se haya apoderado de la vida cotidiana, no es un secreto para nadie. Cualquiera puede acceder a un dispositivo de telefonía móvil, y cada vez es mayor el impacto e importancia que logran las redes sociales en la comunicación.
De allí, que influencers y artistas utilicen el recurso para acercarse a sus seguidores e informar sobre sus logros, pero también para extender su rango geográfico de popularidad, y promocionar comercialmente productos.
El fenómeno ha dado un giro a partir del nacimiento de la prole de estas estrellas, que suele llegar a las redes sociales casi saliendo del vientre de su madre, para ganar fama internacional sin siquiera ser capaces de entender lo que los hace famosos, llegando a obtener más popularidad que sus propios progenitores.
Pero, ¿qué pasará cuando esos infantes deban enfrentarse a la fama, sin tener idea de sus consecuencias, o sobrevivir a la crítica de personas que ni siquiera conocen?
@amazingbarbarita: Hija de la animadora Bárbara Sánchez, cuenta con más de 200 mil seguidores y, a sus cuatro años de edad, hasta tiene vallas publicitarias. Recientemente le crearon su propio canal de YouTube, para compartir con sus seguidores contenido variado, típico de una niña de su edad.
@soyfernandaisabelle: Sus padres son los actores Yuvanna Montalvo y Juan Carlos García. Su perfil en Instagram tiene 390 mil seguidores y, según su mamá, próximamente tendrá su canal de YouTube, en conjunto con ella.
@babygailoficial: Luego de un matrimonio sonado y un divorcio mucho más, hoy en día los papás de Gail, la animadora Kerly Ruiz y el influencer Irrael Gómez, son buenos amigos y vierten su experiencia en el perfil de la niña. Se nota, porque es –sin duda– una de las más carismáticas y expresivas de las redes sociales.
@luccamirandaofficial: El hijo de Chyno Miranda y su esposa, Natasha Araos, nació apenas el 7 de abril, y el 30 del mismo mes se estrenó en Instagram. Hoy su perfil cuenta con más de 485 mil seguidores.
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@lukamoly: Es el primogénito de Jonathan Moly y Andrea Villarroel, y posee más de 326 mil seguidores en Instagram, donde siempre sus padres comparten fotos y parte de su día a día.
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@iangael: Hasta ahora es el más famoso de todos, y nació el pasado 31 de mayo. Ya cuenta con más de 942 mil seguidores en Instagram; y sus papás, Rosmeri Marval y Arán De Las Casas, parecen alimentar constantemente la cuenta de su pequeño.
La actriz Patricia Schwarzgruber, quien tiene dos hijos, Sophia y Mauricio, con Jonathan Montenegro y Daniel Otayek, respectivamente, no les abrió perfiles en redes sociales, pero sí son imagen de varias marcas en sus propias redes, lo que le ha valido cualquier cantidad de escándalos con los padres de las criaturas.
Pero, ¿qué opinan de todo esto los especialistas? La psicóloga Herilys Hernández Ribullén, considera que en estos casos “son padres que necesitan retomar el control de sus vidas, que deben repensar cuáles son los motivos que los llevan a hacer esto (más allá de una moda, excentricidad o fama), cuáles serían las consecuencias que esto puede generar en su vida, la de sus hijos, y plantearse otras formas más saludables y no tan riesgosas para obtener lo que desean”.
Por otro lado, su colega, Manuel Alejandro Fariñas, quien participa en varios shows de TV como Cartas al corazón, en Venevisión, explica cómo es visto este fenómeno de iniciar a menores de edad en el mundo de las redes sociales, desde el punto de vista psicológico.
“Debemos entender, en primera instancia, las posibles razones que llevan a un adulto a sobreexponer a sus hijos a un medio, cuya naturaleza y razón de ser se han desvirtuado. En segundo lugar, identificar las serias consecuencias que conlleva mostrar, y por tanto vulnerar, a nuestros hijos, siendo o no figuras públicas: Significa ignorar las repercusiones y/o posibles consecuencias de introducir variables que un niño no necesariamente puede manejar, con su inmadurez emocional y cognitiva”.
“La exposición a las redes no se libra de impactar sobre el autoestima, estados de ánimo, autopercepción, deseabilidad social, susceptibilidad y vida privada. Por tanto, la psicología velará por resguardar la emocionalidad y estabilidad mental de los menores. No por mera casualidad, los principales motivos de consulta actualmente sean: problemas de identidad, bullying, incomprensión de los padres, autoimagen y dificultades para seguir instrucciones”.
