La exasistente personal de Robert De Niro, Graham Chase Robinson, ganó una demanda por “discriminación de género” contra Canal Productions, la productora del actor. Según la sentencia, la empresa deberá pagarle 1,26 millones de dólares por los daños y perjuicios que sufrió durante su trabajo.
Chase Robinson alegó que De Niro y su productora la sometieron a un trato humillante, explotador y vengativo, que la obligó a renunciar a su puesto de vicepresidenta financiera de la compañía, al que había ascendido tras varios años de servicio.
El jurado, que deliberó durante cinco horas, determinó que Canal Productions era legalmente responsable de las violaciones laborales que cometió contra Chase Robinson, pero no encontró evidencia de que Niro tuviera una participación directa en los hechos.
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El actor, por su parte, presentó una contrademanda contra su ex asistente, acusándola de haberle robado miles de dólares a la productora. Sin embargo, el juez de Manhattan desechó esta reclamación por falta de pruebas.
El equipo legal de Chase Robinson se mostró satisfecho con el veredicto, que consideró que respaldaba las afirmaciones de su cliente contra la productora de Robert. “Estamos encantados de que el jurado haya visto lo que nosotros vimos”, declararon.
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El juicio, que se celebró en Nueva York, terminó ayer tras la comparecencia de De Niro, de 80 años, el pasado 30 de octubre. El actor se mostró nervioso e irritado ante las preguntas del abogado de la demandante, que lo cuestionó sobre su supuesta actitud “hostil, abusiva e intimidante” hacia Chase Robinson. “¡Todo esto es absurdo!”, exclamó De Niro en un momento.
Robinson, en su testimonio, pintó a Robert de Niro como un hombre rencoroso, que no le escribió una carta de recomendación cuando ella dejó su trabajo después de once años. Además, afirmó que, incluso como vicepresidenta de Canal Productions, tenía que hacer tareas domésticas para el actor, como decorar su árbol de navidad o cuidarlo cuando estaba enfermo.
