Príncipe Carlos- Foto Cortesía
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Si había una persona que el príncipe Charles no esperaba que fuera a cambiar su vida para siempre era Lady Sarah Spencer, con quien salió en 1977 y hasta tuvieron un corto noviazgo: él con 28 años y ella con 22.

Todo iba bien hasta que Sarah arruinó sus posibilidades cuando habló con James Whittaker. En una conversación con el periodista de The Mirror, dijo que no estaba enamorada del heredero al trono, que no se casaría así fuera fuera el rey de Inglaterra o un recolector de basura. Lo que nadie imaginó es el dato revelador que aparece en la última temporada de The Crown, la serie de Netflix que retrata la historia de la corona británica.

The Crown- Foto Cortesía
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Carlos visita Althorp, la residencia de los Spencer para buscar a Sarah y, mientras la espera, supuestamente aparece la difunta Diana disfrazada de un personaje de la obra Sueño de una noche de verano. En realidad, su primera interacción no fue tan ideal, según The Guardian y The Independent: Sarah le presentó su hermana al príncipe en una de sus visitas. «Soy Cupido», le dijo a The Guardian en su momento. Un artículo del Daily Times cuenta que fueron en grupo a cazar faisanes y que allí la futura pareja intercambió algunas primeras palabras.

 

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Las noticias siguieron la vida de Diana y Carlos, pero Sarah continuó siendo parte clave de la historia de la familia real. Después de salir con el príncipe, se casó con Neil McCorquodale en 1980 y después de 40 años, siguen juntos. La pareja tiene tres hijos: Emily, George y Celia.

 

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 La vida de Sarah quedó en la oscuridad hasta la trágica muerte de Lady Di, cuando ella voló a Francia junto con Carlos y Lady Jane Fellowes, la otra hermana de la princesa a buscar el cuerpo.

Sarah leyó en el funeral y unos meses después se convirtió en presidenta de Diana, Princess of Wales Memorial Fund, una organización benéfica dedicada a continuar el trabajo solidario de su hermana, que dejó de funcionar en 2012.

 

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