El productor argentino Bizarrap, de 24 años, se ha convertido en una figura destacada de la música urbana a nivel mundial, con más de siete millones de reproducciones y una estrategia de marketing propia que lo ha llevado a donde está, a la cima.
A pesar de ser el artista argentino más escuchado en el mundo, su rostro es un misterio. Su éxito se ha basado en una serie de colaboraciones, como la reciente BZRP Music Sessions #55 con el cantante mexicano Peso Pluma, que ha alcanzado más de un millón de likes en solo una hora.
La revista Time lo nombró como uno de los diez líderes de la próxima generación, destacando su ascenso poco convencional, que señala un cambio en la industria musical. En su serie de colaboraciones, Bizarrap aporta la pista musical y deja que el artista invitado se luzca.
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La mayoría de sus sesiones se graban en su habitación familiar en el barrio de Ramos Mejía, en la periferia de Buenos Aires, con una decoración minimalista. Biza fue autodidacta como productor y estudió marketing, lo que le permitió entender la industria musical sin perder la brújula.
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A fines de abril realizó sus primeros shows propios en Buenos Aires ante 60.000 espectadores, en un espectáculo de gran envergadura con pantallas de 3.000 m2 y sonido envolvente. Bizarrap ha colaborado con artistas como Shakira, Quevedo, Villano Antillano, Nicki Nicole y Nathy Peluso y ha sido una inspiración para muchos jóvenes productores al demostrar que se pueden lograr éxitos desde la propia habitación.
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