Argentina vuelve al campo de juego tras el momento de tensión vivido en el Maracaná

El clásico sudamericano entre Brasil y Argentina, que se jugaba en el Maracaná por las eliminatorias al Mundial 2026, tuvo un episodio de violencia que obligó a suspender el partido por unos minutos. Un enfrentamiento entre hinchas de ambos equipos y la policía brasileña se produjo en las gradas, generando pánico y caos.

Todo comenzó cuando se entonaban los himnos nacionales de los dos países. Algunos simpatizantes brasileños se lanzaron contra los argentinos que ocupaban un sector del estadio, provocando una pelea. La policía intervino para separarlos, pero usó una fuerza desmedida que afectó también a mujeres y niños que estaban en la tribuna.

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Ante esta situación, los jugadores argentinos, liderados por Lionel Messi, decidieron abandonar el campo de juego y refugiarse en los vestuarios. El presidente de la AFA, Claudio Tapia, salió a reclamar por la seguridad de los aficionados y se acercó a la zona donde se encontraban los agredidos.

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Después de unos minutos de tensión e incertidumbre, el partido se reanudó con el consentimiento de los dos equipos. El árbitro dio el pitazo inicial y el balón empezó a rodar en el Maracaná, con la esperanza de que el fútbol sea el único protagonista.