Aunque lo más común es que cuando alguien es agraciado físicamente sus hijos hereden la belleza, en algunos casos la naturaleza hace unas mezclas extrañas y los hijos de los más bellos son un poco difíciles de mirar.
Los gemélos de Jennifer López
Cuando Jennifer López y Marc Anthony comenzaron su relación el temor de sus fanáticos era solo uno: que los niños salieran iguales a él… Y por cosas de la vida el temor se hizo realidad.
Los pequeños Emme y Maximilian son el vivo retrato de su padre, que tiene de bonito lo que tiene de gordo, es decir, nada.
Salma Hayek
La hija de la bella Salma Hayek, Valentina Pinault, tiene una belleza algo peculiar. Y aunque muchos la han tildado de fea, nosotros creemos que es un diamante que se pulirá con el tiempo.
Beyoncé
La primogénita de la despampanante Beyoné, Blue Ivy Carter, es una muestra clara de que la genética es una ciencia muy compleja de comprender, pues teniendo de madre a una de las cantantes más bellas del mundo, la pequeña Ivy salió igualita a su padre Jay-Z.
Demi Moore y Bruce Willis
La hija de estas dos estrellas de Hollywood, gracias a Dios tiene actitud, pues si de su atractivo físico hablamos es mejor aplicar la de las abuelas “sino se tiene nada bueno que decir, es mejor no decir nada”.
Isabel Pantoja
Hay personas que creen que para ser famoso se debe ser bonito, pues se equivocan y Kiko Rivera, hijo de Isabel Pantoja, es la prueba de que no siempre tiene que ser así.
