En el mundo del showbussines, simplemente se conoce al artista y su labor ante las cámaras y en entrevistas, pero cuando se apagan las luces, Dessideria D´Caro, es una mujer sencilla y proactiva con la sociedad, además de madre, esposa, empresaria, y ahora, sin imaginarlo, diseñadora de modas.
Al decir Dessideria D’ Caro, es inevitable pasearse por todo lo que su historia de vida conlleva; es decir, Miss, Modelo, una afamada y reconocida actriz a nivel mundial, y para quienes solo la ven a través de la pantalla y en las redes sociales, a una dama con un gusto indiscutiblemente exquisito e impecable.
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A través de su web site dessideriadcaro.com viene realizando múltiples trabajos, ya que como influencer, desea hacerle con sus recomendaciones, la vida más fácil a las mujeres multitasking, y sin querer emprendió un viaje sin retorno a un mundo que la apasiona.
“DD by Dessideria D’Caro”, es una marca naciente, que ha demostrado por sí solo que es indetenible. Sus sombreros son diseñados desde Miami, y confeccionados de manera artesanal en México,Tulum; además, son supervisados uno a uno de manera presencial, para que esa esencia de ser piezas únicas y artesanales, no se pierdan durante el proceso.
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D´Caro decidió diseñar y convertirse en el personaje que se encuentra detrás de una marca exclusiva de sombreros, porque es una fiel creyente de que el sombrero es una pieza que no puede faltar en ningún closet tanto de hombre como de mujer. Sea cual sea el caso, está demostrado en la realeza tanto española como londinense.
«La decisión de firme de incursionar de manera sería como empresaria en este campo de la moda, se fue dando poco a poco; fui diseñando sombreros para mí, y a medida que los hacía para mí, se vendía solos; porque siempre tenía en esos momentos, una amiga o una conocida, o alguien muy cercano, al verlos, me expresaban que deseaban un sombrero así, que lo consideraban bello y elegante; incluso en algunos momentos, simplemente me decían, ‘es el accesorio que necesito usar para vestir’, cuando quiero cambiar y sentirme regía y al mismo», dijo.
«Fue algo muy cómico, porque se fue creando un nicho de negocio sin esperarlo, porque sombrero que me ponía, sombrero que ese mismo día se vendía; y bueno dije: aquí hay un negocio interesante y me lo plantee; organizándome ya netamente para hacerlos solo para la venta, viendo a ver cómo me iba, haciéndolo en unidades de 8 y de 10 piezas, netamente para personas muy cercanas y de mis afectos», contó la diseñadora sobre cómo inició su negocio en la moda.
Asimismo, agregó: «De esa forma empecé a venderlos a mis mejores amigas y me sorprendía que ellas ya me decían de qué colores lo querrían, que si en blanco, o en rojo; yo dentro de mí decía ¡Wuao! Porque experimentar eso y ponerlo en palabras, es un poco dificultoso, porque la dedicación que se le pone, el tiempo invertido, y después observar los gestos de esas personas que quieren consumir tu producto, es bastante satisfactorio».
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