El presentador británico James Corden confesó recientemente que hace un tiempo tuvo que acudir a terapia porque la fama se le subió a la cabeza.
James ha tenido mucho éxito en los últimos años, una parte por su programa de entrevista The Late Late Show y otra por su trabajo en la comedia de la BBC Gavin & Stacey, por lo que ha sumado millones de seguidores en todas sus redes sociales y el reconcomiendo a nivel internacional.
Incluso su más reciente trabajo que en el film Cats, donde consiguió un papel importante y deja ver otra de sus facetas. A raíz de todo esto, el mismo James confesó que la fama le llegó tan rápido que comenzó a comportarse muy caprichoso sin valorar lo que realmente pasaba a su alrededor.
“Empecé a comportarme como una especie de niño caprichoso, y en general creo que no lo soy. Esa primera toma de contacto con la fama puede intoxicarte, y la verdad es que puede resultar aún más tóxica cuando no estás predispuesto a ello. Llegué a convertirme en una persona muy arrogante”, comentó el presentador.
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Los primeros que intervinieron para que James acudiera a terapia fueron sus familiares, quienes comenzaron a ver los cambios en él. “Me di cuenta que solía ser mejor persona y al final claudiqué, me apunté a terapia”.
De hecho su propia madre también comentó que estaba preocupada por su actitud “Era muy complicado tratar de decirle: ‘Mira, James, estás siendo un auténtico imbécil’, pero sin hacerle daño. Sus hermanas eran diferentes, le decían directamente: ‘No seas un idiota’”, mencionó la señora.
