Un ciudadano británico llamado Anthony Kemp confesó en julio del presente un asesinato que cometió en diciembre de 1983, cuando para ese entonces tenía 21 años. ¿Pero qué llevó al delincuente confesar el crimen que hizo hace casi 38 años?
De acuerdo al portal BBC, el inglés rompió el silencio de su delito para dejar de ser un indigente y posteriormente resultar encarcelado a los 59 años. Según el mentado medio, el hombre entró a la comisaría y le reveló a un policía que mató violentamente a un sujeto de nombre Christopher Ainscough, tras golpearlo brutalmente en la cabeza.
«Prefiero hacer los últimos años de mi vida a lo loco que dormir en la calle. No voy a dormir en la calle», dijo Kemp a las autoridades. En consecuencia, el asesino fue sentenciado a más de 15 años en la cárcel.
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Tras la sentencia, el juez Mark Dennis QC dijo: «Este fue un asesinato brutal y totalmente injustificado que condujo a la muerte de un hombre bondadoso, respetado e inofensivo que se había hecho amigo de usted y no le causó ningún daño».
Además, según un testimonio de un amigo cercano al occiso, la víctima fue “un hombre amable, generoso, cariñoso y divertido» que «tenía la extraordinaria capacidad de llevarse bien con cualquiera y con todos”.
La policía halló el cuerpo de Christopher días después de que este no se presentara a trabajar en un restaurante. Y aunque en 1985 las autoridades cerraron el caso por no encontrar al culpable, el 28 de julio de 2021 Anthony confesó su responsabilidad por el crimen.
Por otra parte, transcendió que la víctima de 50 años era homosexual y supuestamente solía invitara a personas desconocidas a su residencia.
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