Shakira y Jennifer López montaron su fiesta en el intermedio del Super Bowl 2020 e hicieron historia. Las cantantes no solo se convirtieron en las primeras artistas latinas en protagonizar el número central del evento juntas, sino que además le devolvieron al show el fuego, brillo y la espectacularidad que perdieron en año pasado con Maroon 5; Travis Scott y Big Boi.

En un espectáculo que puso a bailar a medio mundo, y en el que también el idioma español tuvo sus momentos de protagonismo, también contó con la participación de ldos reguetoneros: el puertorriqueño Bad Bunny y el colombiano J Balvin.

La estrella colombiana fue la encargada de iniciar fuegos en el show. Vestida de rojo intenso, Shakira llegó como un vendaval al estadio con los temas She Wolf, Empire, Whenever, Wherever, Chantaje, Hips Don’t Lie (en el que se lanzó al público en el llamado crowd surfing) y Waka Waka. Su toque de caderas y despliegue rítmico llevó también la sorpresa de Bad Bunny, quien se integró con el tema I Like It Like That. 

Después apareció Jennifer López en escena, con un atuendo negro y una entrada espectacular que le subió aun más el puntaje al show y generó miles de memes en los que la comparan con Spideman.

JLo, como se esperaba, desplegó toda su fuerza como bailarina con un remix de canciones Jenny from the Block, Get Right, Waiting for Tonight, Love Don’t Cost a Thing, On The Floor y El anillo. JLo también tuvo su invitado sorpresa: J Balvin, con quien interpretó Mi gente.

La Diva del Bronx también protagonizó un gran momento cuando su hija Emme, fruto de su relación con el cantante Marc Anthony, se le unió en escena junto a un coro de niños (y Shakira en la batería) para intepretar Let’s Get Loud, uno de sus primeros sencillos, y Born in the USA, de Bruce Springsteen.

La parte final unió a las dos cantantes combinando los temas Let’s Get Loud y Waka, Waka, en el que descargaron todo el sabor latino de sus temas, moviendo sus caderas al unísono, un momento que marcó la noche. Las artistas terminaron su show con un abrazo.

Balvin y Bad Bunny reafirmaron la presencia latina en el evento y de la diversidad cultural en un momento en que la comunidad hispana ha sido demonizada por las políticas del gobierno de Donald Trump.

Previo al inicio del juego entre los equipos Kansas City Chiefs y San Francisco 49ers, Demi Lovato, otra artista de origen latino, fue la encargada de cantar el himno nacional de Estados Unidos (The Star-Spangled Banner).

Vestida completamente de blanco, Lovato estuvo acompañada por la Banda de Música de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, y durante su actuación se vieron imágenes de las tropas que se encuentran en misiones de servicio fuera de Estados Unidos, al tiempo que sobre el campo de juego volaron en formación los aviones F35.

Haciendo gala de su gran rango vocal, Lovato se llevó una ovación en estadio y en las redes sociales con una interpretación poderosa y precisa, que no consiguió superar a la de Whitney Houston en el evento (considerada la mejor de la historia), pero que igualmente impresionó.

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