Sexóloga sobre Élite: «Una serie no apta para adolescentes»

Élite 4, un análisis desde otra perspectiva - Cortesía IG (1)

Desde que Netflix ofreció en su parrilla de programación la serie Élite en 2018, enganchó a medio mundo. No hace falta indagar mucho para notar que con cada temporada se posiciona entre las tendencias en la plataforma «streaming», por lo que son millones de personas las que consumen un contenido altamente sexual, que en cierto modo asombra, porque es con adolescentes como protagonistas.

De acuerdo con la sinopsis de Filmaffinity España, Las Encinas es el colegio más exclusivo del país y al que la élite envía a sus hijos a estudiar. Un mundo privilegiado con fiestas de alta sociedad, niños ricos, sexo y drogas.

En él se admiten tres chicos de clase obrera después de que un accidente destruyera el colegio público al que acuden y sus alumnos tuvieran que ser repartidos por otros institutos de la zona. El choque entre los que lo tienen todo y los que no tienen nada que perder crea una tormenta perfecta que acaba en un asesinato. ¿Quién cometió el crimen?

Pero no ha sido solo uno. A lo largo de cuatro temporadas ha habido tres asesinatos y a eso se le suma un incesto, prostitución, venta de drogas, litros alcohol y sexo desenfrenado. En fin, el coctel perfecto para que muchos usuarios lo esperen cada tanto para devorar sus episodios.

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Conversamos con la sexóloga, psicóloga y terapeuta familiar Tibisay Olivero (@sexualidaddoctora en Instagram y en twitter @tibyolivero) sobre Élite, seriado que acaba de lanzar su cuarta temporada y ya tiene una quinta confirmada. Con la última entrega vista bajo la lupa de su experiencia, nos puede dar su veredicto.

 

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Sociedad venezolana Vs. sociedad española

“Venezuela, a pesar de ser uno de los países que ha avanzado notoriamente en todo lo que tiene que ver con la sexualidad, sigue teniendo muchas restricciones y tabúes para ciertos contenidos eróticos-sexuales como Élite”, dijo de entrada la profesional.

Continuó con que se muestra una sexualidad de adolescentes “muy dura, muy ruda. El sexo no tiene ni límites, ni restricciones, ni siquiera respeto”.

La historia de Las Encinas ha calado bien en países como el nuestro “porque ha sido llamativa, de alguna manera intensificada con creencia de ideas que no se conecta con la realidad del adolescente venezolano que, a pesar de hoy día estar bastante avanzado en sus informaciones sexuales, este tipo de intimidad presentada a través de esta serie no es el común denominador”.

 

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De igual modo, la autora del libro titulado Todo comienza en la familia sostuvo que “de alguna manera esta serie ha sido un poco alarmista; si se quiere, un poco preocupante para algunos padres y representantes porque nos muestra a unos adolescentes con muchas características que van más allá de los encuentros íntimos, donde inclusive hay alcohol, drogas, familias muy disfuncionales y otros aspectos que son alarmantes como modelo de vida”.

“No es que los chicos venezolanos no estén preparados, porque hemos tratado de lograr esto. Pero, ¿en qué es que no hemos podido preparar nosotros al adolescente que le pudo haber impactado esta serie?”, cuestionó.

“En hacerle un cambio en la ideología del amor, a la homosexualidad, donde más allá de ser diversos hay una prostitución de la diversidad. Esto puede tender a confundir mucho a nuestros chamos que, pese a que hemos estado orientándolos en relación con la diversidad sexual y hemos logrado el respeto a este grupo específico de personas (homosexuales, bisexuales y transexuales), será muy cuesta arriba el hecho de que el tipo de sexualidad que se ve en este tipo de serie sea socioculturalmente aceptado. Desde ningún punto de vista va a compararse con nuestros adolescentes, que son muy creativos, inteligentes y respetuosos. Este tipo de contenido pasan a dar un nuevo matiz y tendríamos que hacer un nuevo trabajo de comprensión de nuestros adolescentes con respecto a esta otra realidad de otros países, en este caso España”.

Añadió que “los venezolanos todavía mantienen estas conductas de creer en la intimidad como un elemento importante en nuestros encuentros sexuales, que le dan inclusive mayor entusiasmo, mayor motivación. Si la sexualidad se convierte en esto que nos presentan (y que posiblemente existan lugares en Venezuela donde esto se preste), esto deja de ser una sexualidad funcional operativa para convertirse en una en la que no hay ningún tipo de restricciones y, por lo tanto, no va a tener ningún problema de cambiarse de persona en persona porque no hay un vínculo emocional, de amor o de sentimiento que es parte del componente cognitivo-conductual que tienen nuestros adolescentes venezolanos”.

 

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El análisis que esta terapista familiar ha podido hacer es que la serie está carente de sentimientos, emociones, proyecciones y que encrudece la sexualidad como elemento de dolor, tristeza, con pasiones muy oscuras y profundas que más allá de ser el ideal para los adolescentes del enamoramiento, el gustar recíproco, lo lleva a una sexualidad cruel, llena de otro tipo de intenciones “que no son las que nosotros, personas tropicales, tenemos”.

¿Es Élite una serie para adolescentes?

De acuerdo con Netflix, no. La clasificación de este drama es de más de 18 años; aun así, los jóvenes tienen acceso a lo que ocurre en una de las escuelas privadas más exclusivas de España.

En cambio, “la considero una serie para adultos que le permita orientar al adolescente. No la percibo como una serie para los jóvenes sin la compañía del adulto que le permita analizar, reflexionar e incluso dar su punto de vista”.

Ahondando en el tema, Olivero explica que “es un seriado que tiene doble moral y una doble intención. No es que la restringiría porque al final los chamos buscarían la forma de descubrir lo que le estamos ocultando; yo diría que, en caso de querer verla, sea con padres, un adulto o una persona que pueda analizar con él este tipo de contenido”.

Por ejemplo, sentenció el modelo de la sexualidad que presentan, como una modalidad de tristeza, arrebatos sexuales, compra y venta de cuerpos, discriminación de espacios y lugares. La palabra intimidad queda totalmente relegada en los adolescentes de la serie.

¿Cómo influye Élite en los chamos?

Según apuntó la sexóloga, a cualquier adolescente hay que respetarle sus etapas de crecimiento desde el punto de vista biológico, psicológico y emocional. Esta es una serie que, para la doctora Tibisay, “atenta contra ese crecimiento psicosexual que puedan tener nuestros adolescentes al presentarles una sexualidad totalmente cruda y fuera de contexto”.

Seguidamente, destacó que la historia está al alcance de todo tipo de público, por lo que es importante tener un trabajo de prevención, al tiempo que hay que acompañar a los menores de 18 años que la vean para que hagan sus propios análisis, que puedan evaluar que este tipo de sexualidad es significante o insignificante.

“Luego de este feedback, se va a poder mostrar la otra cara de la moneda de lo que es una sexualidad llena de bondades, cargada de emociones interesantes, ese descubrimiento que puede tener un muchacho o muchacha de su cuerpo y del cuerpo del otro, sin llevarlo a esa crudeza y esa deformación de la sexualidad que hay en esta serie. En mi opinión y desde la perspectiva de madre, de profesional, de educadora, siento que hay muchísima deformidad de la sexualidad de esta serie, pero hay que estar claros que va a ser vista por nuestros adolescentes y por eso hay que picar adelante y orientarlos al respecto”.

“Sexualidad materialista”

Como sexóloga y orientadora familiar, Tibisay Olivero cataloga la serie como un producto sin un contenido que invite a la reflexión. Tampoco tiene, a su juicio, un mensaje positivo para los adolescentes. “Para mí, más que para los chamos, Élite es para el análisis de los adultos”, exhortó.

Subrayó: “es muy preocupante que los adolescentes tengan acceso a esta serie. En conversaciones que he tenido con algunos de ellos, me han dicho que no es para ellos muy significativa porque la sexualidad que han podido practicar es de amor, de sentimientos, con deseo sexual y aquí se ve que es una sexualidad materialista, que no llena los sentimientos, sino todo lo contrario”.

 

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Lejos de una sexualidad responsable, en Élite hay un desborde de hormonas propias de la edad, pero en muchas ocasiones sin protección. Recordemos que en la primera temporada asesinan a una jovencita embarazada y portadora de VIH; su asesino hace tríos con un par de compañeros de clases y uno de ellos tiene sexo con su hermanastra; ella, a su vez, está enamorada de su novio de varios años, pero él no está interesado en seguir esa relación porque está calentándole la oreja a otra compañera de clases. Al final, esa relación acaba y él, en la cuarta temporada, termina en un triángulo amoroso y asesina a un hombre que casi mata a su novia. Total, todo en un arroz con mango con las relaciones íntimas como protagonista.

Por supuesto, sigue faltando profundizar al respecto, porque cada día con este tipo de series “necesitamos estar más en contacto con nuestros adolescentes para que puedan estar claros en lo que respecta a encuentros genitales que, como orientadora, es lo que más veo en Élite. Es más fisiología que sensaciones de amor y sentimientos profundos. Tal vez, hay algunos encuentros íntimos con sentimientos, pero terminaban siendo crudos, duros y crueles”.

Consideraciones finales

Para concluir, Olivero apuntó algunas opiniones:

  • Recomendaría que la serie la vean primero los adultos, porque puede generar una gran influencia en la orientación y educación sexual de los hijos e hijas.
  • Estoy de acuerdo con que los adultos puedan ver esta serie y reflexionar sobre ella. La vería más como un motivador para seguir insistiendo en hablar de sexo y sexualidad con nuestros adolescentes.
  • Si hay algo preocupante que sigue siendo un motivo de consulta de informaciones a través de nuestras redes es la restricción por parte de los adultos, que son los que deben ser los mejores orientadores.
  • Uno de los graves problemas que tenemos es que las series, igual que las informaciones en redes, no están limitadas; de tal manera que tenemos a adolescentes viendo erotismo pornográfico sexual sin ningún tipo de filtro y las series de Netflix no tienen filtro.
  • Sabemos que de alguna manera nuestros adolescentes, en algún momento, la van a ver. ¿Qué nos interesa? Prepararlos para que se enfrenten a esa realidad. Me atrevería a decir que más del 50 % de los adolescentes están viendo esta producción y ya vieron la cuarta temporada que, por cierto, ya vi.
  • Más allá de verla con algunas cosas interesantes e importantes, la vi como una serie que me permite más apoyar a nuestros chamos en la información y orientación de lo que es una sexualidad bajo otros esquemas que no son los que presenta Élite; porque si dejamos que ellos vean esta serie sin orientación previa, lo más probable es que crean que esa es la forma de amar, tener pareja, que esas son las características de los homosexuales, y todo eso está muy lejos de nuestra cultura, creencias e idiosincrasia latina, especialmente la venezolana.

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