Después de que en diciembre del año pasado un hombre armado con una ballesta intentara ingresar al castillo de la reina Isabel II, la seguridad de Windsor la reforzaron por completo, tal y como lo anunció el pasado marte la policía local.
Una de la restricciones señala que lo aviones “ya no podrán sobrevolar a baja altitud de dicha residencia a unos 40 km. de Londres”.
Asimismo, la policía de Thames Valley comunicó: “Esta restricción del espacio aéreo, hasta los 2 mil 500 pies (760 metros) y en un radio de 1,25 millas náuticas alrededor del castillo, entrará en vigor el 27 de enero”.
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“Cualquier vuelo dentro de la zona restringida requerirá un permiso”, señala parte del enunciado.
Por su parte, además de las patrullas policiales reguladas, los nuevos métodos de protección los implementaron para proteger a la comunidad que reside cerca del lugar emblemático, situado a poca distancia del aeropuerto londinense de Heathrow.
A pesar que las medidas resultaron implementadas para reforzar la seguridad del castillo Windsor, la activista Geraldine Nicholson denunció que los nuevas estrategias “podría provocar el sobrevuelo de otras zonas y perturbar la vida de más personas”.
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