Hoy 5 de abril se cumplen 27 años de la partida física de Kurt Cobain, vocalista de la banda Nirvana, quien decidió acabar con su vida tras la tormentosa vida que llevó desde pequeño por problemas familiares. A los 27 años de vida se suicidó dejando a su hija de entonces 20 meses.
El líder de la banda Nirvana falleció el 5 de abril de 1994, tras haberse disparado con una escopeta dentro de su casa en Seattle. Cobain se inyectó tres dosis de heroína, bebió cerveza y fumó cigarrillos antes de cometer el acto. Se acomodó sobre su escopeta calibre .20 y con el cañón apuntando a su barbilla jaló el gatillo.
Habría incursionado en la música como método de escape ante la complicada vida familiar que enfrentó desde el divorcio de sus padres. Por lo que la guitarra se convirtió en su refugio y más tarde en el instrumento que lo llevaría a la fama.
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En su nota suicida dejó escrito: “Es mejor quemarse que desvanecerse”, frase dedicada a su amigo imaginario de la infancia, Boddha. “No puedo soportar la idea de que Frances (su hija) se convierta en la rockera miserable y autodestructivo que me volví”, escribió, y en la última línea de su texto aseguraba que la pequeña estaría mejor sin él.
Cuando Nirvana estaba en la cima del éxito con el grunge, el movimiento musical que ellos mismos habían iniciado en Seattle, se verían afectados en que todo acabó con un disparo.
El hecho convirtió al intérprete en otro miembro del llamado “Club de los 27”, en el que también aparecen Jimi Hendrix, Amy Winehouse, Jim Morrison y Janis Joplin, quienes también fallecieron a esa edad.
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