La ‘socialité’ Kim Kardashian y el rapero Kanye West, ahora con su nuevo nombre “Ye”, están en el proceso de divorcio, ultimando los detalles del reparto de propiedades que compartirían.
Por lo que se conoció que Kim pagó 23 millones de dólares al padre de sus hijos por adquirir parte de la residencia familiar en la que vivían desde el 2017, debido a que ambos querían conservarla.
Según documentos de la Corte Superior de Los Ángeles a los que tuvieron acceso la revista People, la empresaria compró parte de la casa que le correspondería a su exmarido, además de todos los bienes, incluyendo muebles, objetos y arte que están en la residencia. En concreto, la también modelo tuvo que pagar 20 millones por la propiedad y tres millones por el resto. De acuerdo con dicho medio, la valoración se habría hecho en el mes de junio del año pasado.
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Fue en el 2014 que la pareja compró la mansión de Hidden Hills y la remodelaron sin escatimar, dejándola con un estilo minimalista. Para la reforma del inmueble, que se valoró en 40 millones de dólares y en la que Kim y el cantante invirtieron otros 20 millones de dólares.
La residencia ha sido escenario de varios capítulos de Keeping Up With The Kardashian como el de la Navidad de 2019, cuando Kanye hizo que su jardín se convirtiera en una montaña de nieve. Ahora será ocupada por la ‘socialité’ y sus cuatro hijos North de siete años, Saint de cinco, Chicago de tres, y Psalm, que está a punto de cumplir dos.
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