El piloto de Fórmula Uno Romain Grosjean protagonizó un brutal accidente que dejó su auto envuelto en llamas.
El hecho ocurrió el pasado domingo (29 de noviembre de 2020), durante la celebración del Gran Premio de Bahrein, en Asia.
En la primera vuelta de la carrera, Grosjean se salió de la pista después de la tercera curva luego de un contacto con otro piloto (el ruso Daniil Kvyat), y su monoplaza se estrelló contra las barreras.
El vehículo explotó en el impacto, desatando un escalofriante infierno, y se rompió por la mitad.
El piloto francés logró salir milagrosamente de las llamas después de varios segundos, e inmediatamente fue atendido por los servicios de emergencia de la pista.
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«Está bien, tenía quemaduras leves en manos y tobillos», dijo a Sky Sports el director del equipo de Haas, Guenther Steiner, reseña CNN.
«Obviamente sacudido y pasando por todos los controles necesarios después de un impacto como este. Está consciente», acotó.
«Sky Sports estimó que transcurrieron entre 18 y 20 segundos entre el punto de impacto y Grosjean emergiendo de las llamas. La mitad delantera destrozada y carbonizada del vehículo, del que Grosjean logró escapar por su cuenta, estaba incrustada en las barreras laterales de la pista», señaló el medio.
Expertos de este deporte han destacado que hace años que no se veía tanto fuego en una pista de Fórmula Uno. Para ellos, el accidente, aunque horripilante, destaca que todos los sistemas, el halo, las barreras, el cinturón de seguridad, funcionaron como debería.
Grosjean, por su parte, utilizó sus redes sociales para agradecer desde el hospital la preocupación de sus amigos y fans. El galo sufrió quemaduras de segundo grado en las manos y tobillos, y algunas contusiones.
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«Hola a todos, solo quiero decirles que estoy bien, bueno de alguna manera bien. Muchas gracias por los mensajes», dijo el francés en el clip.
Y continuó: «Yo no estaba de acuerdo con el Halo hace unos años, pero creo que es un gran logro de la Fórmula Uno, sin eso no sería capaz de habarles hoy. Gracias a todo el personal médico; espero poder responder sus mensajes pronto para contarles cómo van las cosas».
El Halo es un sistema de seguridad utilizado en monoplazas para proteger la cabina del piloto de golpes de objetos contundentes externos. Consiste en tres barras flexibles de titanio ubicadas delante y sobre la cabeza del conductor, que tiene un peso de 10 kilogramos.
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