Esta pareja no da descanso a la farándula desde que decidieron abandonar la realeza británica. Atacada con el coronavirus, Meghan Markle ha obligado a todo su personal canadiense a ponerse los guantes de látex, mientras su marido, el príncipe Harry, se siente «indefenso» al estar alejado de su familia real.
Pese a las medidas de seguridad emprendidas por el duque y la duquesa de Sussex, según un informe compartido por el portal Page Six, la pareja no descansará hasta ayudar a todo aquel que se vea afectado por la «crisis de salud mental», con el cambio impactante en la vida provocado por la pandemia.
El encierro en la isla de Vancouver, en Canadá, lleva a Harry a sentirse «desamparado en medio de la nada», preocupado por su padre, el príncipe Carlos, de 71 años, y su abuela, la reina Isabel II, que cumplirá 94 años en abril.
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Mientras esto ocurre, Markle se ajusta los pantalones en la casa para ordenar «un estricto protocolo de higiene». De hecho, son pocos los que pueden acercarse a ella, Harry y Archie.
Además, los Sussex han manifestado su agradecimiento con la vida de que les permitiera pasar tiempo con la familia de Harry «antes de que comenzara toda esta locura». Meghan también ha dicho que el aislamiento no impide ayudar a otros, más en tiempos de crisis mental.
De hecho, está trabajando para crear algún tipo de sistema de apoyo en línea para las personas más vulnerables.
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