El locutor e influencer Luis Olavarrieta salió con las tablas en la cabeza cuando intentó colearse en una reunión privada entre representantes de distintas ONG y la alta Comisionada de los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet.
El fablistán habría ingresado a los espacios de la Universidad Metropolitana (Unimet) escondido en un vehículo, aunque él dijo que fue invitado por familiares de las víctimas de la violencia y la persecución política en el país.
El encuentro fue cambiado de recinto en tres oportunidades para evitar que la prensa se filtrara (petición expresa de la señora Bachelet). Sin embargo, el exancla del programa «Ají Picante» se pasó de vivo y abordó a la expresidenta chilena dizque para hacerle las «preguntas que nadie se atrevería a hacerle», pero la funcionaria lo rebotó, no contestó sus preguntas y fue expulsado del recinto académico por violar la confidencialidad del evento.
El atrevimiento fue repudiado por los defensores de derechos humanos, quienes le habían advertido al también comunicador que se trataba de un acto privado, solo que el joven hizo caso omiso y dio una demostración de no periodismo y antiética.
Una guerra de tuits precedió a la reunión. Olavarrieta se quejó del trato recibido y los expertos en protección a las víctimas le recriminaron su actitud showcera.
¿Quién tiene la razón? Vea los tuits y saque usted, querido lector, las conclusiones.
