Kim Kardashian y su esposo Kanye West están listos hacer crecer a la familia, por lo que decidieron optar por la gestación subrogada.

La estrella estadounidense confesó hace algún tiempo: «no se si amaría igual al bebé», debido a que no sería ella la encargada de dar a luz al niño, sino que todo el proceso estaría en manos de otra mujer. Sin embargo, dejó ese miedo a un lado para adentrarse en esta nueva aventura, que por supuesto cuidaría su cuerpo de toda las consecuencias que acarrea un embarazo.

La mujer encargada de llevar al tercer hijo de Kim y Kanye en su vientre durante nueve meses, recibirá el pago de 45.000 dólares. Además, ha establecido que la mujer que porte a su bebé recibirá 5.000 dólares por cada hijo extra que geste, ya que en este tipo de procedimientos es muy común que los partos sean múltiples. También plantea una compensación en caso de que pierda al bebé en los primeros meses de embarazo, con una indemnización por el tiempo y el esfuerzo empleado de 4.000 dólares.

Sin embargo, la pareja se dio la tarea de establecer distintas condiciones que permiten cuidar la salud de su bebé, ambos obligaron a la gestante a no consumir alcohol o drogas durante los meses que dure el embarazo y tampoco le permiten teñirse el cabello, así como montar en metro, comer pescado crudo como sushi o tocar arena de gato con sus manos.

Recordemos que Kim experimento, con sus dos embarazos anteriores, el padecimiento placenta accreta, que implica un exceso en la adhesión a la pared uterina del feto. Es por ello que esta vez decidieron optar por el alquiler de un vientre.

 

 

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