La actriz mexicana, Kate del Castillo, volvió a generar polémica tras asegurar en su documental “El día que conocí a El Chapo”, que el grupo Televisa ofrece a sus actrices como prostitutas.
Según las declaraciones emitidas por del Castillo la cadena televisiva realizaba prácticas deplorables con sus talentos, refiriéndose así a la prostitución. Comentó que durante 12 años que estuvo en la empresa, los papeles que le ofrecían en las telenovelas eran todos similares y que con el tiempo comenzó a molestarle.
Confesó que la mayoría de las actrices eran ofrecidas al mejor postor, que en este caso era los publicistas, por ser “gente que le metía dinero a Televisa”. Narró que las invitaban a cenar con el único propósito de andar con ellas.
“La primera vez que a mí me invitaron yo estaba haciendo ‘Muchachitas’ y yo tenía a mi novio que era Ari Telch, entonces cuando tienes que hablar para reservar dije ‘ay muchas gracias, Ari y yo vamos a estar ahí’, y me dijeron ’no, no, nada más estás tú invitada’ les dije, ¿sabes qué?, no, no se me antoja ir, muchas gracias. Y cuando colgué me hablaron y me dijeron: ‘¿Cómo que no vas? Casi casi me dijeron ‘no te estamos preguntando’, cuando a mí lo que me ofrecieron fue ir a entretener a unos señores que yo no conocía y me pareció de lo más bajo y nunca lo acepté”, contó la actriz.
Las declaraciones de Kate del Castillo fueron abaladas por el productor de televisión, Epigmenio Ibarra, padre de Eréndira Ibarra, quien explicó que en ese entonces las mujeres tanto en las telenovelas, como en las relaciones laborales eran tratadas como objetos.
Agregó que en repitas oportunidades llegó a escuchar en los pasillos del canal que habían mujeres que realizaban «favorcitos» con el único objetivo de conseguir un papel protagónico. “Así como en Colombia, las prepago famosas. O sea, la televisión era un catálogo, donde tú escogías en pantalla y había actrices que por un papel hacían cualquier cosa”, indicó Ibarra.
