El cantante Kanye West reclamó a través de las plataformas digitales que no fue invitado al cumpleaños número cuatro de su hija Chicago, misma que tuvo junto a la modelo Kim Kardashian, pero el hombre llegó al lugar sin invitación.
Comentó a sus 10 millones de seguidores que se enteró de dónde se realizaba la fiesta gracias a un pitazo de el intérprete Travis Scott, quien no dudó en decirle que la reunión era en su casa.
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Fue a través de sus historias en Instagram que West no solo se quejó de la actitud de su exesposa, sino que además la dejó muy mal parada a ella y a su familia, por lo que le hicieron.
Según algunos rumores de la prensa rosa, la dueña de la casa Kylie tuvo que hablar con el equipo de seguridad para que dejaran pasar a festejar al cantautor de Donda con su pequeña.
Luego de que el artista pudo entrar a compartir con Chicago, se quedó junto a Kris Jenner, la matriarca, misma que ha criticado en varias veces y se presume que le estaba reclamando por la actitud que tomó frente a la situación.
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