El hijo del cantante Jerry Demara, Gerardo Demara, dio detalles en una entrevista con el programa Chisme No Like, sobre el fallecimiento de su padre, quien murió el pasado lunes 30 de noviembre por causa de una tercera inyección de vitamina B12, que le generó una bacteria.
El joven relató el sufrimiento que padeció el intérprete antes de morir, y es que el músico había asistido a un hospital para que lo atendiera, por el fuerte dolor que le produjo la inyección, pero los médicos habrían ignorado su caso.
Gerardo contó que su papá le inyectaron la vitamina con la intención de atacar los síntomas del COVID-19, que también se la había diagnosticado, pero lo que menos pensaron es que el remedio sería peor que la enfermedad.
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“Fue por él al hospital, lo atendieron rapidísimo, pero aún así el dolor que estaba sintiendo mi papá era impresionante. Llegó el punto donde le diagnosticaron esta enfermedad terrible: fascitis necrosante”, informó.
Seguidamente, Gerardo contó los detalles que le causó el lamentable diagnóstico: “Es una enfermedad que se le conoce como una bacteria que empieza a comer la piel o el músculo. Esta bacteria surge cuando tu sistema inmune está muy bajo de defensas. Entonces mi papá la tuvo que sufrir gacho porque aparte que su cuerpo estaba luchando contra el COVID-19 aunque no tuviera ningún síntoma”.
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Aparte, el hijo del cantante narró que al famoso le tuvieron que cortar parte de la piel que estaba infectada para evitar que la bacteria siguiera destruyendo su cuerpo; sin embargo, las incisiones resultaron en vano, pues otros órganos comenzaron a fallarle, como consecuencia de los medicamentos que los médicos le estaban suministrando.
“Le hicieron diálisis para limpiar las toxinas que los riñones no podían sacar, tuvo problemas con la presión y le dio un paro cardiaco desgraciadamente que duró como 15 minutos, de ahí desgraciadamente en adelante estaban tratando de tenerlo más estable pero ya era muy difícil”, expresó.
La bacteria se apoderó completamente del cuerpo de Jerry
Posteriormente, Gerardo agregó: “Tuvo problemas con la presión y le dio un paro cardíaco desgraciadamente que duró como 15 minutos, de ahí desgraciadamente en adelante estaban tratando de tenerlo más estable pero ya era muy difícil, ya le estaban dando mucha medicina y no le estaba funcionando y se les fue como unas 5 veces, lo resucitaban y otra vez, llegó el punto donde ya la bacteria pasó por todo su cuerpo y desgraciadamente ya no había más que hacer».
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Finalmente, el hijo afectado por la muerte señaló que las tres horas que estuvieron esperando en el hospital sin atenderlo, le pesaron, pues el mismo explicó que la fascitis necrosante ataca rápidamente, y que si su padre hubiese sido asistido con urgencia, posiblemente se habría salvado.
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