La reina Isabel II y su marido Felipe de Edimburgo finalmente pudieron realizar su viaje a Escocia; es así, como ambos ya aterrizaron en Balmoral.
Aunque se creyó que la monarca no iba a hacer el traslado por la reciente pandemia, se tomaron las medidas necesarias para que los royals consideraran viajar.
Luego de cuatro meses de estar en Windsor, el matrimonio real no quiso perder la oportunidad de vacacionar, como tradicionalmente lo hacen en el castillo escocés. Sin embargo, los focos se centraron en el príncipe Felipe, pues el aspecto que luce su rostro podría ser preocupante; especialmente en la zona de sus ojos, por tener marcas bastante notorias que aumentan la zozobra en torno a su salud.
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Podemos recordar, que la pasada aparición pública del príncipe con la reina fue en la boda discreta de su nieta Beatriz de York, con su ahora esposo Edoardo Mapelli, donde se le observó sin los detalles que ahora el duque tiene en su cara. Cabe destacar, que el padre de Carlos de Inglaterra tuvo un traspié con su salud, motivo por el que fue hospitalizado en diciembre de 2019.
No obstante, el esposo de Isabel II fue puesto en alta médica, pues el susto no pasó a mayores. Ahora bien, tanto él, como su consorte se encuentran disfrutando de sus vacaciones.
Por otra parte, no se sabe a ciencia cierta cuánto tiempo permanecerá la pareja real en Escocia, por lo que se supone que estarán un largo rato fuera del Palacio de Buckingham de Londres. No sería la primera vez que un miembro de la monarquía viva fuera de la capital británica por mucho tiempo. Pues la reina Victoria vivió por casi 20 años en El Castillo de Osborne, tras el fallecimiento de su marido.
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