La historia de una pareja de Connecticut, Estados Unidos se hizo viral en las redes sociales; Haley Parker relató que su pareja fue diagnosticada con una enfermedad terminal, razón por la que decidió adelantar el nacimiento de su segundo hijo por parto inducido para que él pudiera conocer a su bebé antes de morir.
En una publicación de Facebook la joven explicó que su esposo fue diagnosticado el pasado mes de enero con un cáncer que afectaba sus riñones.
Posteriormente, fue ingresado en el hospital Hartford de Connecticut a finales del mes de noviembre por complicaciones del cáncer, sin embargo, los médicos informaron que el pronóstico anterior de seis meses vida se había reducido a cuestión de días.
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Por su parte, la pareja decidió adelantar el parto: “A tres semanas del nacimiento de nuestro segundo hijo, mi marido y yo sabíamos que lo correcto era pedir una inducción. Los médicos de la UCI trabajaron con la jefa de partos de alto riesgo y me ofrecieron la posibilidad de la inducción”, agregó Parker.
La decisión era un poco arriesgada, los médicos esperaban que el parto fuera vaginal y rápido pero en pleno proceso, los médicos de la UCI advirtieron del rápido deterioro del padre y de que el fallecimiento de su esposo era cuestión de horas. “En ese momento o hacían una cesárea o JB no conocería a nuestro hijo”, así lo dio a conocer la joven.
«Cuando nuestro hijo fue puesto en su pecho, los signos vitales de Jb mejoraron instantáneamente. Hacía pequeños movimientos y dulces gemidos reconociendo que nuestro hijo estaba allí», agregó.
«Pase el tiempo de recuperación a su lado, mirándolo, con tristeza pero asombrada por su fuerza. Mi marido respiró por última vez con nuestro hijo en el pecho y mi mano en la suya».
Haley reveló que quedó embarazada usando un embrión congelado que había almacenado después de someterse a una fertilización in-vitro (FIV) para su primer hijo.
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