Después que saliera a la venta el libro autobiográfico de la actriz y productora estadounidense Demi Moore, sus hijas Rumer, Scout y Tallulah de 31, 28 y 25 años de edad respectivamente, se juntaron con su madre en un set para formar parte del programa Red Table Talk, que presenta Jada Pinkett Smith y que se podrá ver a través de Facebook Watch. En el mismo, todas charlaron acerca de cómo habían vivido la peor etapa de Moore, en concreto su alcoholismo.

Tallullah Willis, la más pequeña de las hijas, habló de lo duro que había sido que su madre sufriera una recaída en la bebida después de una cierta recuperación.

«Era como si el sol se ocultara, como si llegara un monstruo», explicó la joven con dureza. «Recuerdo cómo la ansiedad recorría todo mi cuerpo cuando me daba cuenta de que sus ojos estaban un poco más cerrados, o por la manera en la que estaba hablando o porque iba a ser mucho más cariñosa conmigo si no estaba sobria», rememoró.

Por su parte, Rumer, la mayor de todas, confirmó lo terrorífico que era. Sin embargo, Tallulah agregó que había momentos de mucha irritación.

«Me acuerdo de estar muy enfadada y de tratarla como si fuera una niña, hablarle como si fuera una niña. No era la madre con la que habíamos crecido», sostuvo Tallullah.

Fuentes cercanas a los WillisMoore aseguraron a la revista People que la actriz se siente mal por los años en los que no estuvo sana y ahora está intentando arreglarlo. Sus hijas son fantásticas. Moore está implicada en su día a día y ellas le dan todo su apoyo. Les encanta que haya escrito unas memorias.

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