Los perros son capaces de reconocer la diferencia entre el habla habitual y distinguir entre idiomas familiares y desconocidos, según un nuevo estudio de la Universidad Eötvös Loránd.
Científicos de esta universidad realizaron escáneres cerebrales de 18 perros mientras jugaban, y les exponían frases en habla real o en galimatías derivado del húngaro o del español. Dos de los perros involucrados en el estudio provenían de hogares en los que solo se hablaba español, mientras que los 16 restantes pertenecían a familias de habla húngara.
Durante el estudio cada perro escuchó un extracto del cuento El Principito de Antoine de Saint-Exupéry en español y húngaro. Asimismo, escucharon versiones codificadas de estas grabaciones que no tenían sentido y sonaban completamente antinaturales.
Los investigadores descubrieron que las diferentes regiones auditivas del cerebro de los perros respondían cuando los animales identificaban un idioma familiar o un galimatías, independientemente del idioma hablado.
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El estudio representa la primera vez en el que los científicos demuestran que un cerebro no humano es capaz de diferenciar dos idiomas diferentes.
Attila Andics, líder del estudio explicó que: “Es posible que los cambios cerebrales de las decenas de miles de años que los perros han estado viviendo con los humanos los hayan convertido en mejores oyentes del lenguaje, pero este no es necesariamente el caso. Los estudios futuros tendrán que descubrir esto”.
También se descubrió con dicha investigación que además de poder distinguir el habla real del galimatías, que los perros de la misma manera parecían ser capaces de distinguir entre húngaro y español.
El equipo igualmente notó que curiosamente, cuanto mayor era el perro, mejor distinguía su cerebro entre el lenguaje familiar y el desconocido. “Cada idioma se caracteriza por una variedad de regularidades auditivas. Nuestros hallazgos sugieren que durante su vida con los humanos, los perros perciben las regularidades auditivas del lenguaje al que están expuestos”, comentó Raúl Hernández Pérez, coautor del trabajo.
Finalmente, aseguraron que desconocen si esa capacidad es exclusiva de los perros. “Es emocionante, porque revela que la capacidad de aprender sobre las regularidades de un idioma no es exclusivamente humana. Aun así, no sabemos si esta capacidad es la especialidad de los perros o general entre especies no humanas”. Principio del formulario
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