A finales de noviembre se dio a conocer que la madrina del príncipe William y dama de honor de la difunda reina Isabel II, Lady Susan Hussey, renunció a su cargo en la familia real al ser acusada de racista, luego de preguntarle a una fundadora de una organización benéfica por sus orígenes.
De acuerdo a la jefa de la organización Ngozi Fulani, Hussey hizo comentarios desagradables tras entablar una conversación sobre los antepasados de ella, por lo que quedó “totalmente atónita”.
Además, en una entrevista para el portal Independent, Fulani aseguró que el racismo no solo forma parte de una persona, ya que lo considera “institucional”.
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«Estaba en estado de shock después de que sucedió y cualquiera que me conoce sabe que no acepto ese tipo de tonterías», agregó.
Pese a sentirse fuera de lugar por lo que dijo la madrina de William, Ngozi comentó que trató de contener su molestia. «Pero tuve que tomar en consideración muchas cosas. Como una persona negra, me encontré en un momento en el que quería decir algo, pero sabía que lo que sucediera sería percibido automáticamente como mi culpa, hubiera afectado a [mi organización benéfica] Sistah Space«.
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Por su parte, un portavoz del príncipe William se pronunció y dijo que «el racismo no tiene cabida en nuestra sociedad».
«Los comentarios fueron inaceptables, y es correcto que la persona se haya hecho a un lado de forma inmediata», dijeron.
El hecho ocurrió el martes 29 de noviembre durante una recepción en el palacio de Buckingham al que asistieron 300 personas. El vento fue organizado por la reina consorte Camilla para advertir sobre una «pandemia mundial de violencia contra las mujeres”. Fulani asistió en representación de su organización que apoya a mujeres de ascendencia africana y caribeña que enfrentaron abuso sexual y doméstico.
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