El bailarín español Rafael Amargo, una de las figuras más reconocidas del mundo del flamenco, fue detenido el 1° de diciembre en Madrid.
El también coreógrafo, de 45 años, fue apresado por presuntos delitos de organización criminal y tráfico de drogas. Otras tres personas más, entre ellas la pareja de Amargo, fueron arrestadas en el mismo operativo.
Posteriormente se llevaron a cabo varios registros (allanamientos) en diferentes sitios, uno de ellos, la casa del artista.
El diario El País señala que «todo apunta a que la organización traficaba principalmente con metanfetaminas y pastillas».
La Policía Nacional de España, de hecho, llevaba un año detrás del bailaor «y ha descubierto que lo que inicialmente era menudeo se convirtió en algo de más envergadura», según el medio.
El nativo de Valderrubio (Granada) iba a estrenar este jueves 3 de diciembre su nuevo montaje Yerma, basado en la obra de Federico García Lorca.
La destacada pieza, que había despertado mucha espectativa, estaba llamada a iniciar temporada en el Teatro La Latina de Madrid.
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Amargo fue trasladado a la comisaría del distrito Centro de Madrid para prestar declaración.
Ecléctico y arriesgado
Jesús Rafael García Hernández, nombre real de Rafael Amargo, se define como «políticamente incorrecto y emocionalmente promiscuo». Debutó en la escena dancística en 1997, con apenas 16 años.
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Desde entonces ha cosechado todas clase de éxitos y reconocimientos en eus dos facetas. Ha sido destacado como un artista ecléctico y arriesgado.
Amargo es señalado como un «conocedor de las esencias más puras del flamenco».
El bailaor ha resaltado por coreografías muy originales, a veces comparadas con el baile contemporáneo, en las que siempre el protagonismo lo tiene el flamenco.
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