El miedo es la reacción que se produce ante el peligro inminente, pero ¿qué nos produce miedo? La variedad de estímulos que genera esta emoción en las personas, son tan extensos que se hace casi imposible enumerarlos, ya que cualquier cosa podría provocar miedo en una determinada persona.
Se conoce que el miedo está cableado en el cerebro, arranca desde el mismo, pero sabemos si ¿es saludable? Los neurocientíficos han identificado redes distintas que se extienden desde las profundidades del sistema límbico hasta la corteza prefrontal y la espalda.
Por lo que, cuando estas redes neuronales son estimuladas eléctrica o químicamente, producen miedo, incluso en ausencia de un estímulo que provoque temor.
Entonces, sentir miedo no es ni anormal ni un signo de debilidad, la capacidad de tener miedo es parte de la función normal del cerebro. De hecho, la falta de miedo puede ser un signo de daño cerebral grave. Así que se puede decir que tener miedo si es saludable. Además, hay que recordar que la sensación de miedo también prepara para el estrés y los potenciales peligros en algunas situaciones.
¿Para qué sirve el miedo? Fundamentalmente, sirve para reaccionar y escapar efizcamente de cualquier peligro inminente. Aunque, sus efectos físicos pueden llegar a paralizar y hacer que se fije toda la atención en el estimulo desencadenante.
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