La reina Isabel II tomó una decisión que impresionó a gran parte del mundo. Se trata de un supuesto cambio en su lugar de residencia, que hasta ahora era en el Palacio de Buckingham.
Según el diario británico Daily Mail, la Monarca tomó la opción de retirarse del castillo londinense para evitar los extenuantes viajes que realiza por su agenda, además para poner mayor cuidado a su estado de salud.
La soberana de Inglaterra finalmente abandonará el lugar en el que vivió por varios años, aunque de acuerdo a varios medios, este nunca fue considerado un hogar para Isabel, pues esta siempre prefirió Windsor.
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Luego de superar el COVID-19 y retomar sus actividades cotidianas, Isabel II decidió darle un último adiós a su palacio menos favorito de todos en los que suele vivir. Regularmente, la reina asistió a Windsor, pues allí pasaba los fines de semana, Semana Santa y en junio durante las carreras de Ascot.
Con este nuevo giro, la monarca abandonará la que ha sido la residencia real desde 1837. Además el palacio de Buckingham permanecerá en obras hasta 2027, con una reforma que según medios ingleses costó más de 300 millones de euros.
Inicialmente, se especuló que la reina viviría en sus apartamentos privados, sin embargo, dada la obra que se va a realizar, se tomó esta nueva decisión. Estar en Windsor significa una modificación de la agenda de la soberana que va a tono con los últimos acontecimientos y con los problemas de movilidad que ha presentado recientemente.
