Santísimo Sacramento - Cortesía
Santísimo Sacramento - Cortesía

Una costumbre que ha pasado de generación en generación, es tener en nuestros hogares una botella de agua bendita para utilizarla en esos momentos en los cuales sentimos alguna energía negativa en nuestro entorno.

Ese líquido consagrado, lo utilizamos para limpiar espacios físicos, personas y objetos; ante alguna ceremonia o como una evocación del Sacramento del bautismo.  El agua bendita es fácil de preparar, porque la materia prima se encuentra a nuestro alcance y su complemento, es la sal que utilizamos para preparar los alimentos.

Una forma de consagrarla es invocando el Santísimo Sacramento, considerado como momentos de adoración más importante y que se relaciona con amor, pureza, fe y bondad.

También puedes potenciar el agua utilizando tu creencia religiosa y sus deidades, así como utilizar un salmo u oración, como en este caso la protección con el Santísimo Sacramento. Lo esencial, es la intención y la energía que puedas transferir al agua que utilizas.

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Materiales

  • Dos tazas de agua limpia.
  • Una cucharadita de sal de mesa.
  • Una copa o botella de vidrio.
  • Una vela blanca (opcional).

Preparación

Coloca el agua en un envase de vidrio. A un lado ubica la sal en un envase de vidrio preferiblemente. Relaje y cierra los ojos mientras te conectas con el ritual. Une tus manos permitiendo que tus energías fluyan por todo tu cuerpo y el espacio en el que te encuentras.

Con la mano derecha realiza una especie de cruz sobre la copa en la cual se encuentra el agua. Luego expresa en voz alta lo siguiente: “En el nombre del Universo, del amor y las vibraciones que tienes en este instante, te invoco para que seas bendita y permita que a través de tus componentes llegue a mí el amor universal, la paz y la alegría de la vida.

Seguidamente, bendices la sal de la misma manera. Luego toma una pizca y en forma de cruz colócala dentro de la copa. Ahora, mezcla toda la sal y resuélvela con una cuchara de madera.

Mientras repite tres veces la siguiente oración: “Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y María concebida sin pecado original. Amén. Jesús”. Si lo prefieres puedes rezar una oración de tu preferencia o bendecir el agua de acuerdo con tus creencias religiosas. La vela puedes encenderla durante un rato frente a la copa donde tienes el agua.

Eleodina Ramírez Araos.

Periodista y Astróloga

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