El director Bradley Cooper, a sus 48 años de edad, disfrutó de su mejor momento de su carrera y como padre de su retoño Lea, hija que tuvo en su antigua relación con la modelo Irina Shayk.
No todo es color de rosas, el intérprete estadounidense, reveló tras una conversación con sus amigos; Jason Bateman, Will Arnett y Sean Hayes, «Hubo una época en la que estaba muy perdido: tenía cero autoestima y acabé desarrollando una adicción a la cocaína».
Esta época oscura del artista, se debió a su poca experiencia en el mundo del cine, su perfil profesional solo les generaba ofertas laborales muy poco atractivas a los ojos de Cooper.
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A los 29 años llegó una buena oportunidad para Bradley Cooper, cuando lo contactaron para participar en un anuncio para la marca de comida Wendy’s, pero, todo fue en bajada al finalizar la grabación de este comercial, no surgieron más oportunidades después de esto.
Depresión y frustración, vivió el artista para lograr ser quien es hoy en día, situaciones que lo llevaron a consumir sustancias ilícitas. Afortunadamente, Bradley logró, alejarse de la adicción a las drogas y, a las bebidas alcohólicas.
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«Por suerte, había hecho grandes progresos entre los 29 y los 34 años», dijo orgullosamente el actor norteamericano.
