El miedo se puede manifestar de diferentes respuestas fisiológicas, esto dependiendo de la persona que pueda sentirlo. Tal es el caso de los ojos, que ante una sensación de peligro pueden abrirse más de lo habitual.
En un artículo publicado en 2014 por la revista Psychological Science, revelaron que la razón por la que los ojos se abren cuando existe miedo y por qué se cierran cuando hay molestia.
Ambas expresiones faciales se basan en las emociones de la vista ante distintas situaciones. Cuando pasan este tipo de episodios, los ojos responden a un campo visual que se amplía y también muestra la sensibilidad ocular. Este cambio lo realizan para identificar el peligro que los rodea, como un mecanismo de defensa.
Al contrario sucede cuando los ojos se estrechan por una rabia o una discusión, la vista bloque la luz y enfoca un punto que determina el origen del descontento de la persona.
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Según los estudios realizados, ambas reacciones han surgido de la adaptación a los estímulos del entorno y no como señales de comunicación social.
