Osmel Sousa tras llevar la batuta del Miss Venezuela por casi 40 años tiró la toalla, dejando en el limbo al concurso de belleza más importante del país a partir del 6 de febrero del año pasado. Dicha decisión la dio a conocer al país a través de un comunicado que realizó en su cuenta de Instagram:
“Realicé muchos sueños, traje muchos triunfos y dí alegría a una nación. Hoy decido retirarme de la presidencia de la Organización Miss Venezuela por la puerta grande, por la misma puerta que entré hace casi 40 años de la mano de mi gran amigo Gustavo Cisneros”, escribió con dignidad sobre su dimisión.
El «Zar de la belleza» habló para la cadena Telemundo sobre las razones detrás de su renuncia. “Yo no quiero meterme con nadie… Yo me fui del Miss Venezuela por lo siguiente: me pusieron una supervisión(…) el contacto era permanente ‘esto no se puede hacer’, y yo tenía que estar pidiendo permiso a ver si ‘esto se podía o no se podía hacer’”, apuntó.
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Ante esta decisión, la organización propiedad del Grupo Cisneros Media, tomó una decisión que marcó una ruptura en la “era del Zar de la Belleza” y sin dejar morir el certamen, pues su reputación y confiabilidad se vieron afectados, tanto que más de uno creía que no iba a sobrevivir; la solución que hallaron fue: crear un comité de la belleza.
Sin duda, nadie cuestiona el ojo clínico del cubano-venezolano, pues sus directrices le trajeron miles de sonrisas y alegría a la nación, como por ejemplo: el back to back.
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Actualmente, la responsabilidad de formar a las nuevas reinas recae desde el 17 de abril del año pasado sobre los hombros de Nina Sicilia (Miss Internacional 1985), Gerente General, Jacqueline Aguilera (Miss Mundo 1995), Directora de Imagen y María Gabriela Isler (Miss Universo 2013), Directora de Comunicaciones y Formación.
Buscando de dar un enfoque distinto, tuvieron que hacer frente a una reestructuración profunda por dentro y por fuera de la Quinta Morada.
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“Al tomar la posición como Comité, nosotras nos propusimos rescatar esos valores, esa misión y esa visión que siempre han existido, pero que en algún momento se diluyeron”, aseguró Nina Sicilia en una entrevista exclusiva para Ronda.
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Cabe destacar que en esta era del concurso, cada una con su experiencia busca realzar la credibilidad del mismo, con su nueva filosofía de «belleza que inspira«.
Por eso, entre las diferencias que marcan un antes y un después dentro del concurso se encuentran: el lanzamiento de la revista digital, cuya primera edición salió el pasado mes de junio y tiene como finalidad difundir detalles sobre todo el proceso de formación de las candidatas.
También, el nuevo comité añadió la oportunidad al público de seguir más de cerca los detalles y evolución de las reinas actuales, así como de las futura ganadora del certamen.
Otras de las diferencias se enmarca dentro del contexto de un compromiso mayor que ahora compromete más a las posibles reinas a trabajar por las comunidades vulnerables, en pro del impacto social que pueden generar con su liderazgo.
Por último, pero no menos importante, destaca el cambio de imagen con el que las nuevas directoras pretenden «hacer de la belleza un movimiento que empodere a la mujer venezolana». Por esta razón, se añadió un nuevo logo que muestra a la mujer venezolana «femenina, elegante, única, como un símbolo de heroísmo y valentía».
